No me duele estar separado de ustedes. Lo que tumba mi alma y que entumece mi vivir, es ver las diferencias encontradas en el existir de nosotros. Yo respondo al mundo hombre-Dios y ustedes están en la tesitura hombre-hombre.
“¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” - Santiago 4:4
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” - 1 Juan 2:15
Eso les enseñó Jesús a sus muchachos y todos ellos lo dicen en sus respectivas enseñanzas.
Yo no necesito nada del mundo hombre-hombre. He vivido haciendo honor a la forma de cómo se manifiesta el Espíritu Santo para que seamos réplica del hombre-Dios. No he necesitado remuneración por lo que he hecho y he tenido lo que he querido. Así es el mundo hombre-Dios, se vive por amor; hacemos y Él nos paga. Él es mi patrón, sabe lo que necesito, cuánto, cómo y cuándo para que viva aquí en su tierra según su plan.
Contexto
Esta carta fue escrita por el autor a sus hijos mientras vivía en la montaña, en su propio mundo espiritual, mientras sus hijos se encontraban lejos, en la ciudad. Refleja la tensión entre dos formas de existir: la vida centrada en Dios y la vida centrada en las preocupaciones mundanas.
Reflexión
En esta íntima confesión, el autor revela que su dolor no proviene de la distancia física con sus hijos, sino de una separación más profunda: la distancia espiritual, existencial. La distinción entre el mundo hombre-Dios y el mundo hombre-hombre representa la tensión fundamental entre dos formas de existir: una guiada por los valores divinos y otra por los valores mundanos.
Las citas bíblicas de Santiago 4:4 y 1 Juan 2:15 refuerzan la antigua enseñanza cristiana sobre la incompatibilidad entre el amor al mundo y el amor a Dios. El autor se identifica con esta tradición, presentándose como alguien que ha elegido el camino menos transitado: vivir exclusivamente según la economía divina (“Él es mi patrón”) en vez de la economía humana.
La frase “No he necesitado remuneración por lo que he hecho y he tenido lo que he querido” sugiere una comprensión del sustento y la abundancia que trasciende el sistema de intercambio monetario convencional. Para el autor, la verdadera riqueza proviene de la conexión con lo divino, no de las transacciones del mundo hombre-hombre.
Esta carta, escrita desde la soledad de la montaña, refleja tanto una convicción inquebrantable como un corazón que sufre ante la imposibilidad de compartir plenamente su visión con aquellos a quienes más ama.
Interpretaciones alternativas
- Algunos lectores pueden ver la carta como una invitación al desapego de lo material y a la búsqueda de sentido en la espiritualidad.
- Otros pueden interpretarla como una crítica a la modernidad y a la pérdida de valores trascendentes en la sociedad actual.
- Puede leerse también como un testimonio de amor paternal que trasciende la distancia física y temporal.
Preguntas para el lector
- ¿Te has sentido alguna vez separado de tus seres queridos por motivos más allá de la distancia física?
- ¿Qué significa para ti vivir según valores “divinos” o “trascendentes”?
- ¿Crees que es posible conciliar el mundo “hombre-hombre” y el mundo “hombre-Dios”?
Glosario
- Mundo hombre-Dios: Forma de existencia centrada en la relación con lo divino, guiada por valores espirituales y trascendentes.
- Mundo hombre-hombre: Forma de existencia centrada en las preocupaciones materiales, sociales y mundanas.
- Economía divina: Concepto de vivir según la provisión y el plan de Dios, en contraposición a la economía humana basada en el intercambio material.
Notas del autor
Esta carta fue escrita en un momento de profunda introspección y búsqueda espiritual. El proceso de escribirla me permitió reconciliarme con la distancia y reafirmar mi compromiso con los valores que considero esenciales.
Conexión con otros textos
Esta reflexión sobre los dos mundos incompatibles se conecta directamente con Mi Mundo y La Razón de Ser, donde el autor explora la centralidad de Jesús en su visión existencial. También complementa Ínfulas, donde aborda la dualidad entre el mundo hombre-hombre y el mundo hombre-Dios desde otra perspectiva. Además, dialoga con poemas como Mundos Incompatibles y No Aun, que abordan el tema de la separación y la tensión espiritual desde la sensibilidad poética.
Bibliografía / Lecturas recomendadas
- La Biblia (especialmente las cartas del Nuevo Testamento)
- “El hombre en busca de sentido” de Viktor Frankl
- “La vida que vale la pena ser vivida” de Fernando Savater
- “If” de Rudyard Kipling (poema sobre la integridad y la resiliencia)
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